La mala tipografía esta en todos lados.

Aceptemos, hoy los tipógrafos son escasos.

Ya no los necesitamos para que nos compongan en tipos móviles, y los pocos que quedan se dedican a hacer Fuentes tipográficas para grandes fundiciones.

El trabajo de componer la tipografía ya ahora le pertenece al diseñador. El problema es que la mayoría de estos diseñadores se la pasan preocupados por la macrotipografía la cual, de las palabras de Jost Hochuli, entendemos como «…la tipografía de elementos mayores, el concepto tipográfico, también llamado el layout – se ocupa del formato, del tamaño y de la situación de las columnas de texto, así como de las ilustraciones, del orden de los títulos y de las leyendas…»

No digo que esto sea algo malo, pero pasan de ver la primeridad tipográfica por irse a la mera forma. Negligencia de lo inmediato. Ésto, como es de esperarse, hace trabajos a mitad de camino, donde la mancha tipográfica se ve inestable, efímera.

Diría que es algo propio del país donde vivo, pero es mentira. Cierto que aquí en Venezuela se le presta, salvo a ocluidos  grupos de personas iluminadas, muy poca importancia a lo tipográfico; pero el resto del mundo no esta absorto de esta situación: Cuantas publicaciones extranjeras no han hecho mis ojos sangrar con un mal kerning, un horrendo corte de palabras o un interpalabra kilométrico sin razón; Donde las viudas reinan y hay mas calles que una ciudad improvisada construida en el tercer mundo.

Hay que mirar más adentro: Microtipografía; Componer la mancha. Componer la letra, el espacio entre las letras, la palabra, el espacio entre las palabras, la línea, el interlineado y la columna.

Enserio, para aquellos incredulos, una mancha bien construida es un hermoso elemento grafico que disponer dentro de la hoja.

Una mancha hace o rompe el trato.

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